Así que, este primer movimiento -amor o deseo, como llamarlo quisieres- no puede nascer sino de buen principio; y aun dellos es el conocimiento de la belleza, la cual, conoscida por tal, casi parece imposible que de amar se deje.
1998, Mauro Armiño (translator), Jean-Jacques Rousseau (original), Emilio o De la educación:
Por la misma razón, esta precaución de entibiar el agua no es indispensable; existen muchísimos países en los cuales, sin otros preparativos, lavan en los ríos o en el mar a los recién nacidos, pero afeminados los nuestros antes de nacer por la molicie de los padres, vienen al mundo con un temperamento ya fatigado, que de buen principio no conviene exponer a las pruebas que deben restablecerle.